martes, 29 de abril de 2014

Los mosaicos de Buenos Aires


-Distintos hechos constituyeron las bases de la actual Buenos Aires moderna, ellos fueron la sucesión de acontecimientos posteriores a la batalla de Caseros.-
 

-Los soldados brasileros luego de Caseros, acantonados por un tiempo en la Buenos Aires post colonial, sumaron sus melodías, guitarreadas y canciones, a las melodías que trajo el “tsunamis” de inmigrantes de las más diversas regiones,  (gauchos, chinas e indígenas que venían del campo, de las provincias o de países vecinos, sumados a los italianos, españoles, franceses, ingleses, alemanes, vascos, polacos, irlandeses, rusos, galeses, árabes, húngaros, judíos, armenios, libaneses, etc. que por distintos motivos y circunstancias cruzaban “el charco”).-
 

-La prohibición a las comunidades negras de manifestar callejeramente, hizo que éstas se recluyeran  en sus centros o “tangos”, allí, parodiando sus marchas callejeras imitaban los cortes, o detenciones que realizaban en sus marchas y los quiebres corporales realizados al compás del candombe, pero ahora en recintos y enlazados como parejas.-
 

-Melodías y costumbres dieron origen a una amalgama muy particular y especial, de esta mescolanza cultural, surgieron cosas muy distintas, ya melodías totalmente nuevas como el tango, ya unas formas muy particular de hablar, como el “Español o castellano del Río de la Plata”, o como el lunfardo.-
 

-La tristísima Guerra de la Triple Alianza, nos trajo con los soldados que regresaban, las tremendas epidemias de cólera y de fiebre amarilla que azotaron Buenos Aires, alrededor de 1871.-
 

-Como consecuencia de la fiebre amarilla, en Buenos Aires murió cerca del 10% de su población, gran parte del resto trató de escapar al azote migrando en distintas direcciones, la clase alta abandonó precipitadamente San Telmo, que era la parte histórica de la ciudad, para migrar a los “campos” vecinos de Recoleta o Belgrano, donde surgieron Palacios que no tuvieron nada que envidiar a los europeos. A las antiguas casas sus dueños no quisieron volver, y la mayoría abandonó además de las propiedades, muebles y ajuares.-
 

-Estas casas desocupadas no lo fueron por mucho tiempo, pues allí se ubicaron muchos de los recién llegados inmigrantes, dando origen a los populares conventillos en los que una pieza estaba ocupada por italianos, la vecina por alemanes, la siguiente por rusos, la subsiguiente por franceses y así sucesivamente, las habitaciones resultaron ser los países y los patios se transformaron en los continentes, a los inmigrantes, echados de sus países por distintas razones, estos conventillos les semejaban el paraíso.-   
 

-Estos inmigrantes, para poder entenderse y convivir entremezclaban sus costumbres y lenguajes, surgían nuevas pronunciaciones fonéticas y nuevas palabras no existentes en el idioma castellano tradicional, cada migrante aportaba algo, palabras como campo, cancha, manteca, saco (por “americana”), canilla por grifo, pileta por alberca, pibes por niños, cancha por estadio, etc.

 
-La tolerancia, y paciencia dio pie a que todos los inmigrantes se lleguen a entender de formas distintas, para pedir pimentón picante, un inmigrante alemán ralló un ladrillo y mostrándole el polvo a un almacenero gallego y simultáneamente apantallándose la boca, el comerciante entendía y entregaba el producto solicitado.-
 

-Esta gran mezcla inmigratoria en Buenos Aires, dio base a una también amplia tolerancia cultural, racial y religiosa, aquí conviven católicos con judíos, con evangélicos y con islámicos, no es raro ver Hare-Krisna por las calles entrecruzándose con Testigos de Jehová.-
 

-Las únicas y grandes intolerancias que existen en nuestro país y ¡Gracias a Dios! solamente provienen de las pasiones futbolísticas.-

 

 

 

 

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