sábado, 12 de noviembre de 2016

El perro Fernando


-Un músico trotamundos recala con su cusquito en una humilde pensión de Resistencia, a los pocos días el errante trovador falleció y es sepultado, el cusquito errabundo comenzó a vagar por las calles de Resistencia.-

 

-El animalito fue atropellado por un carro, y un grupo de chiquillos que vio lo que paso, levantó al mal herido can y lo llevaron al consultorio del Dr. Reggiardo, un viejo medico desocupado, que cortó, cosió y preparó un cajón en un rincón de su consultorio, donde el perro se recuperó.-

 

-Vuelto a su vida callejera, Fernando se infiltró bajo la piel de toda la ciudad, que lo adopta como un hijo dilecto, dormía en la recepción del Hotel Colón, al despertar se dirigía a la oficina del gerente del Banco Nación con quien desayunaba café con leche con medialunas, y el diario raid continuaba por la peluquería contigua al Bar Japonés, almorzaba en El Madrileño, dormía la siesta en casa del doctor Reggiardo y en la plaza su deporte favorito era correr a los gatos, en el Bar La Estrella, comía lo que le daban los dueños y la clientela.-

 

-Cuenta la leyenda que su oído musical era maravilloso, en cuanta fiesta había, Fernando se sentaba junto a los músicos, y meneaba su cola aprobando, o gruñía ante el menor furcio.-

 

-Allá por el 60 y pico, un pianista polaco apellidado Paderewsky, ofreció un único concierto, la sala estaba repleta y Fernando se acomodó bajo el piano de cola, de pronto en medio del concierto, el perro se paró y gruñó, repitió el gesto casi al concluir el concierto, Paderewsky dejó de tocar el piano y dijo en su mal castellano, “Tiene razón, equivoqué dos veces” y repitió perfectamente el concierto.-

 

-Cuando Fernando murió, fue llorado por toda la ciudad, su muy concurrido funeral se realizó en la vereda del El Fogón de los Arrieros, su epitafio dice: “A Fernando, un perrito blanco que, errando por las calles de la ciudad, despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento”.-

 

-Tres estatuas lo recuerdan, una sobre su tumba en la vereda del El Fogón de los Arrieros, otra en la avenida Avalos, cerca del Club de Regatas y la tercera frente a la Casa de Gobierno.-

 

-En Resistencia en un acceso se lee: “Bienvenido a Resistencia, la ciudad de Fernando”

 

 



-Datos y foto obtenidos de Wikipedia-   



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