-Una vieja chanza
dice que los alemanes descienden de los germanos, los franceses de los galos,
los ingleses de los anglos y los argentinos…
¡¡¡de los barcos!!!!
-Las raíces de la Reina del Plata son múltiples y
disimiles.-
-La raíz principal está conformada por los Conquistadores
europeos, que conformaron el embrión original.-
--La segunda raíz estuvo conformada por las invasiones
inglesas, sin ellas no hubiésemos tenido ni la idea ni el valor de poder
organizar un auto-gobierno.-
-Otra raíz muy importante, fueron las epidemias de fiebre
amarilla, legado importante de la guerra de la Triple Alianza, por cuyo motivo
quedaron abandonados y deshabitados los caseríos de la zona sud de Buenos
Aires.-
-Aquí aparece otra de las raíces del origen cosmopolita de
la Capital del territorio argentino, la inmigración europea.-
-Para Sarmiento, la disyuntiva era “Civilización o
barbarie”, entendiéndose como “barbarie”, todo lo que viniese del grupo de
origen indio o mestizo, en oposición a “Civilización” que era el resplandor del
esplendor europeo.-
-“Bárbaros” eran los grupos federales, y Dorrego, y Rosas, y
los Caudillos del interior, y todo lo que tuviera un “tufillo” a campo.-
-Por “civilización”, se entendía, al refinamiento cultural y
artístico de los italianos, la detallada exactitud de los trabajadores alemanes,
la flema de los ingleses, y la cultura y la diplomacia de los franceses.-
-Basados en estos conceptos, se elaboraron teorías, que para
obtener una población de “clase superior”, debían importarse grandes cantidades
de brillantes europeos que se repartirían por todo el territorio nacional, pues,
si “gobernar es poblar”, esta brillante inmigración permitiría desarrollar
efervescentemente al país.-
-Poblar, era desarrollar caminos, y “los
ferrocarriles serían las arterias de la nación” que consolidarían la unión nacional.-
-A pesar de la buena voluntad de todos nuestros héroes, de
ayer y de anteayer, del uno y del otro color, del norte al centro y del sud al
oeste, las cosas no se desarrollaron por estos carriles.-
-Las consecuencias resultaron
una extraña amalgama, que conformó desde la forma de ser, hasta el lenguaje y
comportamiento actual-
-Las epidemias de fiebre amarilla, desalojaron de Buenos
Aires a las Familias Patricias, que huyeron de sus tradicionales casas para
escapar del castigo de la peste llevando lo mínimo de sus ajuares, abandonando
casi todo y que construyeron nuevas casas (palacetes o palacios) en pleno
campo, zona del Retiro o de la Recoleta.-
-En la “Era de la peste”, los barcos, trajeron grandes
cantidades de humildes inmigrantes, que huían de las guerras y sus terribles
secuelas, de gobiernos tiránicos y dictatoriales, de hambrunas, y que fueron desembarcados en el Puerto de Buenos Aires, donde
encontraron que no existían las comodidades prometidas, no habían los campos teóricamente
asignados, y lo que es peor, no había
caminos que los ayudasen a recorrer el amplio territorio.-
-Estas grandes oleadas europeas, no eran precisamente “La
civilización”,…. no eran lo mejor de “Las Europas”, ¿y entonces… donde ubicarlas?.-
-Muy simple!!!
-Se ubicaron en las casas abandonadas de la zona sud, dando
origen a los
“conventillos”.--Cada familia ocupaba una pieza, conformaba un damero difícilmente imaginable, en una habitación había una familia polaca, en la vecina la familia era napolitana, en la siguiente francesa, en la otra austríaca, seguían napolitanos, sicilianos, húngaros, turcos, sirio libaneses, etc.-
-Esto desembocaba en que era muy difícil el convivir, no la
convivencia, pues al haber distintos
idiomas, distinta gastronomía, distinta música, distintas religiones,
diferentes costumbres, distintos olores, había que tener mucha paciencia.-
-Las habitaciones eran los países, los patios conformaban el
continente y cuando los idiomas no alcanzaban para entenderse, cuando una
familia alemana deseaba comprar “páprika” para sazonar sus alimentos, el jefe
de familia debía raspar un ladrillo y enviar con esto a uno de sus hijos al
almacén para adquirirlo, la plasticidad propia de los niños, y el que éstos
señalen alternativamente el polvo de ladrillo molido y su boca, combinado con
la paciencia y la buena voluntad del despachante, lograba dar fin, a que la
complicada empresa de adquirir el condimento pudiese llevase a cabo.-
-En el continente europeo (el patio de la casona) un
instrumento musical trataba de interpretar una melodía que le era extraña, sin
embargo prosiguió adelante, y así, todos los habitantes del patio-continente
trataron de entenderse a través de esos idiomas internacionales de las señas y
de la música.-
-Frente a esta invasión de la “neo barbarie”, la antigua
“Civilización” trató de hacerles frente cerrando filas, antiguos unitarios y
federales, unidos, codo a codo y hombro a hombro, trataron de oponerse a esta
nueva oleada inculta, pero ésta seguía llegando y ocupando los lugares que iban
quedando vacíos
-Las corrientes inmigratorias, trajeron una gran cantidad de
familias, pero también trajeron una gran cantidad de jóvenes mozos, que venían
a ganarse la vida.-
-Estos mozos, además de querer conseguir algún dinero,
necesitaban sobre todo de algunos “entretenimientos sociales”, y, que para
brindárselos, se armaron distintos lugares, donde las “Madamas” los recibían y
les hacían esperar sus turnos, allí, aburridos, algunos templaron algún
instrumento musical para acortar las esperas, otros intentaban algunos pasos de
baile, y de pronto, se lo enseñaban a otro, o lo compartía bailando con el
otro, sin que esto signifique el menor rastro de homosexualidad.-
-Así, el baile entre hombres, sin demostrar homosexualidad,
se hizo común en los patios de los viejos prostíbulos, amalgamando músicas,
instrumentos, extraños idiomas y esperas.-
-La mayor parte de las “Mujeres de la vida” venidas de
Europa, tenían orígenes sociales muy distinto,
mujeres cultas, con tres o cuatro idiomas, amplios conocimientos en artes y
literatura, gran riqueza en el vestir, no compartirían nada con las humildes clases
de inmigrantes, concurrían a cuantas reuniones sociales había, siempre
ricamente enjaezadas.-
-Con amplias plumas de avestruz, coloreadas, en sus tocados,
eran fácilmente reconocidas en los distinguidos y cultísimos salones de la
pseudo alta clase social porteña, las mujeres locales, apabulladas, no se sabe bien si por su presencia,
conocimientos, miedos, o por alguna otra razón, las invitaban seguidamente a
las tertulias que organizaban.-
-La “plebe”, burlonamente, las bautizaron “Las loras”, por
sus tocados emplumados, y como no podían acceder a ellas por sus elevadísimos
aranceles, generaron el porteñísimo insulto de mandar a alguien “a la c…. de la
lora” cuando se lo deseaba mandar a un lugar bien remoto y de dificilísimo acceso.-
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